Guía de estilo de traducción: por qué tu empresa necesita una
Así como existen procesos estandarizados para asegurar el cumplimiento de las fechas de entrega y tareas en el desarrollo de productos o la prestación de servicios, existen herramientas hechas para simplificar la comunicación internacionalcomo las guías de estilo de traducción. Cualquier marca que afirme ser internacional, o aspire a serlo, debe tener una identidad corporativa que transmita mensajes unificados en sus diferentes canales e idiomas.
No hablamos de poner un límite a la creatividad ni la variedad en el repertorio comunicativo; se trata de garantizar que toda persona que reciba tu mensaje, en donde sea que esté, entienda lo mismo y perciba valores similares.
Puede que en el idioma nativo no parezca tan difícil mantener el estilo y la voz. Sin embargo, la tarea se vuelve más desafiante al realizar la transferencia lingüística. ¿Cómo se garantiza la consistencia entre idiomas? ¿Es posible preservar la identidad de marca a pesar del cambio de idioma?
Si te surgen estas preguntas de vez en cuando, continúa leyendo. Te traemos algunas respuestas y, para hacerlo más interesante, algunos consejos que valen la pena.
¿Qué es una guía de estilo de traducción?
Antes, un aviso: si todavía no tienes una guía de estilo de traducción, pronto la necesitarás. Por ahora, sigue leyendo. Ya entenderás mejor en unos minutos.
Tal vez ya sepas que muchas empresas utilizan guías de estilo para crear contenido y comunicar mensajes de marca (hasta quizás ya tengas una). Estas guías contienen todas las pautas que son de relevancia a la hora de garantizar que las comunicaciones de la empresa reflejen la visión que buscas transmitir. También incluyen algunas guías de estilo de inspiración visual, ya que el texto y las imágenes deben ir a la par. Por ejemplo, ¿te imaginas una campaña de Coca-Colacon una paleta de colores en tonos de azul? Probablemente no, porque se parecería a sus competidores.
Ocurre algo parecido con las guías de estilo de traducción, con la gran diferencia de que no todas las empresas cuentan con guías propias, y es posible que esto se deba a que no conocen su importancia y los beneficios que pueden brindar.
Lo bueno es que siempre estás a tiempo de crear la tuya. Es una inversión de tiempo que facilitará el proceso a la hora de generar los mensajes multilingües que quieras comunicar en un futuro. Incluso, si es posible, puedes editar parte del contenido que ya tienes acorde a las necesidades comunicativas.
#OptimationalTip: si contratas servicios de traducción profesional, un equipo de expertos puede guiarte con las especificaciones que quieras incluir como pautas de estilo.
¿Una guía es lo mismo que un glosario?
Antes de continuar, aclaremos una cosa. Si bien lo que explicamos hasta ahora puede sonar como la creación de un glosario, no es lo mismo. Ambas son herramientas prácticas que ofrecen muchos beneficios en términos de consistencia y ahorro de tiempo y costes. Sin embargo, un glosario de traducciónes una compilación de palabras y frases y sus equivalentes en el idioma de destino, mientras que una guía de estilo de traducción es un documento con estándares específicos y preferencias estilísticas que los traductores deben usar como guía.
Dado que ambas herramientas ayudan a mantener la coherencia de los mensajes, se complementan entre síy son recursos que debes adaptar.
Llego la hora de avanzar. ¿Sabes qué tipo de información puedes encontrar en una guía de estilo de traducción? Si no está claro, lee la siguiente sección.
¿Qué debe incluir una guía de traducción?
Los ítems que aparecen a continuación son algunos puntos clave, pero puedes ampliar la lista según tu conveniencia y necesidad.
- Audiencia: debes incluir toda la información pertinente sobre tu público objetivo, aquellos con quienes tienes alcance o a quienes pretendes alcanzar: ¿cuál es su nivel de educación, intereses, edad, etc.? ¿Qué buscan obtener al leer tu contenido o usar tus servicios y productos?
- Estilo y voz: cada empresa tiene una identidad que se construye por el modo en que se comunica. ¿Tu marca utiliza modismos, jerga o referencias culturales? ¿Quieres que suene persuasiva o informativa? ¿Es juvenil y relajada o formal y lista para hacer negocios? ¿Qué propósito tiene el contenido? ¿Contratas servicios de traducción de documentos, redes sociales o material de capacitación?
- Lenguaje: ¿qué convenciones lingüísticas y gramaticales consideras que son imprescindibles tener por escrito? También puedes incluir tus preferencias sobre el uso de negritas, cursivas, citas de autoridad, títulos y más.Por ejemplo, el uso de comillas inglesas, simples y españolas, mayúsculas, etc. ¿Tienes instrucciones precisas para casos de ambigüedad? ¿Qué se hace con los términos que no se pueden traducir?
- Formato: cierta información puede traducirse de muchas formas. Por ejemplo, cifras, monedas, lugares, formato de fecha y zona horaria, unidades de medida, etc. También puedes incluir tus preferencias sobre el uso de negritas, cursivas, citas de autoridad, títulos y más.
- Marca: ¿tienes lineamientos específicos en tu negocio o industria? Como, por ejemplo, terminología específica, nombres de productos o servicios, colecciones, entre otras cosas.
- Diseño: incluye pautas relacionadas con el contenido visual y que puedan ser relevantes para la persona que brinde servicios de traducción profesional. Por ejemplo, ¿qué te gustaría hacer con las imágenes que tienen texto?
#OptimationalTip: los términos intraducibles son aquellos que carecen de un equivalente exacto en el idioma de destino. Sin embargo, existen diferentes técnicas para compensar esta situación, como paráfrasis, notas al pie y otras.
En resumen: ¿por qué necesitas una guía de estilo de traducción?
Después de haber resuelto el misterio, solo nos queda recalcar por qué deberías tener una guía de este tipo. Pero antes, analicemos la siguiente situación: ¿conoces esa sensación que tienes cuando arreglas algo de forma temporal, pero sabes que pronto tendrás que lidiar de nuevo con el problema? Seguro que sí, nos ha pasado a todos.
Una guía de estilo de traducción es totalmente lo contrario. Es una herramienta que te permite abordar ese problema de manera permanente, proactiva y eficaz, de modo que nunca se convierta en un problema.
Con ella, puedes preparar el terreno para mejorar la calidad de tus mensajes y medir el impacto que tienen en tu público objetivo. También, te permite optimizar las comunicaciones, reducir el margen de error y deshacerte del tiempo que les toma a los traductores con los que trabajas y a tus lectores finales «adivinar» lo que quieres decir.
Es mejor invertir parte de tu tiempo en preparar una guía que gastar recursos en corregir errores, responder a interminables cadenas de correos electrónicos o tener que lidiar con la frustración de un proyecto que va lento o que tiene muchas trabas.
Si quieres dar el primer paso en tu estrategia de comunicación internacional, no dudes en contactarnos ahora. Tenemos la solución de valor que necesitas.